La mariposa
Vuela la mariposa
sin rumbo en la vida
ebria por la luz
de una luna desconocida.
Vuela sin miedos
u dudas sin darse cuenta de que el tiempo
y la distancia
eran tan gigantescos
que cerca de aquella
luna lejana y encantadora ella jamás estaría.
Vuela la mariposa
a través de olvidadas nubes cenicientas
que jamás
lloverán. Ella vuela.
Vuela porque el
único a que a ella le es concebido es volar
creyente en su
destino
hasta el fin de
sus días.
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