quarta-feira, 2 de abril de 2014

Eduardo Galeano y sus abrazos

EL LIBRO DE LOS ABRAZOS




- RECORDAR: del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.
- Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.
- Lo único que yo sé es esto: el arte es arte, o es mierda.
- A la corta o a la larga, los escritores se hamburguesan.
- En los barrios altos, se vive como en Miami, se vive en Miami, se miamiza la vida, ropa de plástico, comida de plástico, gente de plástico, mientras los vídeos y las computadoras se convierten en las perfectas contraseñas de la felicidad.
- Los nadies: que no hablan idiomas, sino dialectos; que no profesan religiones, sino supersticiones; que no hacen arte, sino artesanía; que no practican cultura, sino folklore; que no son seres humanos, sino recursos humanos. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
- A muchos mata la policía, y a muchos más la economía.
- ¿A cuántos desarrolla el desarrollo?
- El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar.
- Yo bien sé que el pecado carnal está mal visto en el alto cielo; pero sospecho que Dios condena lo que ignora.
- Yo creía en Él y creía que Él creía en mí.
- Desnúdeme, desdúdeme.
- Nacer es una alegría que duele.
- Todos prometen y nadie cumple. Vote por nadie.
- Dios vive. De puro milagro.
- En Colombia, es raro morir de enfermedad.
- Y a nadie molesta mucho, al fin y al cabo, que la política sea democrática, siempre y cuando la economía no lo sea.
- Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador.
- Y así nos enseña a repetir la historia en lugar de hacerla.
- Ni el proprio hijo de Dios se salvó de la paradoja: nació en un desierto subtropical donde nunca nieva, pero la nieve se convirtió en un símbolo universal de la navidad desde que Europa decidió europear a Jesús.
- Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos.
- A los libros ya no es necesario que los prohíba la policía: los prohíbe el precio.
- Che Guevara: un raro tipo que decía lo que pensaba y hacía lo que decía.
- Y nada tenía de malo, y nada tenía de raro, que se me hubiera roto el corazón, de tanto usarlo.

- Ayude a la policía: Tortúrese.







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