Poema 16
En mi cielo al
crepúsculo eres como una nube 
y tu color y
forma son como yo los quiero. 
Eres mía, eres
mía, mujer de labios dulces, 
y viven en tu
vida mis infinitos sueños. 
La lámpara de mi
alma te sonrosa los pies, 
el agrio vino mío
es más dulce en tus labios: 
oh segadora de mi
canción de atardecer, 
cómo te sienten
mía mis sueños solitarios! 
Eres mía, eres
mía, voy gritando en la brisa 
de la tarde, y el
viento arrastra mi voz viuda. 
Cazadora del
fondo de mis ojos, tu robo 
estanca como el
agua tu mirada nocturna. 
En la red de mi
música estás presa, amor mío, 
y mis redes de
música son anchas como el cielo. 
Mi alma nace a la
orilla de tus ojos de luto. 
En tus ojos de
luto comienza el país del sueño.
Pablo Neruda

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